Pintura

 Hombre en Llamas

Tipo de perspectiva:

Aérea: Se define más de un punto de fuga, por franjas de luz y sombra y provoque una marcada sensación de percepción del espacio. Cuenta con dos planos, el primer plano donde se encuentran las personas de edad mayor en escala de grises y el segundo donde se encuentra el ente en llamas. El punto de fuga es el centro, ya que podemos notar que esta hecho para verla desde abajo y que tenga una perspectiva realista.

Composición:

Desequilibrada: Al trazar un eje imaginario se presenta un desequilibrio a través del manejo de las formas, del color, de las luces y las sombras (asimetría) El cuadro no posee ningún eje de simetría, y forma una imagen desequilibrada desde el punto de vista de las formas y el color.

Colores:

Primarios: rojo, amarillo

Neutros: Gris, blanco negro

Tipo de paleta:

Cálida: tierras, ocres (base principal, rojo) Las llamas y la atmósfera infernal le dan estos colores a la paleta. Tiene un gran contraste con el primer plano.

Valores:

Táctiles: da la sensación de percibir texturas diversas. Debido a la naturaleza semirealista de la pintura podemos observar la textura de la tela, piel, cielo e inclusive del fuego de una forma creíble y diversa.

Luz:

Matizado: La luz se difumina y a través de la degradación de la misma luz, se define la sensación de cercanía y lejanía. Aquí se puede apreciar en el hombre de fuego y como podemos ver en perspectiva sus partes del cuerpo, sus pies estando lo más cerca y su rostro lo más lejos.

Contraste de luz: Se aplican colores contrastantes que producen la sensación de volumen o de espacio. El contraste en el primer plano y el segundo es notable en esta pintura, debido al cambio tan radical de colores y asimismo la iluminación.

Tenebrismo: Se aplican colores preferentemente provenientes de la paleta fría, se alargan las figuras, se adelgazan. Esto se puede apreciar en el primer plano de la pintura y es altamente apreciable como las figuras son largas y delgadas, y tienen un paleta neutral con toques de fría. Este plano tiene una imagen tétrica y tenebrosa.

Características específicas de la obra analizada:

Esta tiene el aire característico de las obras de Orozco, las cuales representan emociones fuerte y dominantes. Tiene un estilo surreal, con una exageración en los rasgos humanos, el cual no llega a ser una caricatura pero no puede ser catalogado como realista. También podemos observar el increíble uso de perspectiva para darle una inmersión absoluta a cualquiera que sea digno de apreciar esta obra.

Lectura de imagen y/o de simbolismos:

Claramente la imagen es una analogía al renacimiento del Ave Fénix, y su estrecha relación con el renacimiento de México (hablando de la revolución). El hombre en llamas representa a el país, a punto de renacer el cual es observado y juzgado por todos los prejuicios y anti valores que fueron derrocados en la lucha de la Revolución.

Contexto histórico:

José Clemente Orozco fue invitado al Hospicio Cabañas en 1937, a petición del gobierno del estado de Jalisco. Este fue citado para pintar la antigua capilla, sin embargo el no tenía ni la menor idea que esta se convertiría en una de las más importantes obras artísticas del país. Su trabajo fue terminado en marzo de 1939. Así mismo, cabe destacar que el pintor formaba parte de un grupo de artistas posrevolucionarios, que pensaban que el arte gráfica debería ser para todos. A pesar de vivir en una época posrevolucionarios, estos pintores pintaban acerca de las épocas más destacadas de México.